La mujer que vino del frío, Tina Modotti

Alberto Sánchez Hernández

Tina Modotti, la extraordinaria fotógrafa y revolucionaria que hizo suyo este país, murió el 5 de enero de 1942 en la ciudad de México. Del ambiente bohemio que conoció a su arribo, en 1923, Tina pasó resueltamente al abnegado empeño político que la convertiría en uno de los grandes referentes de la cultura contemporánea.

 

En el convulsionado clima de esos años, Modotti descubrió, a través de la lente, el ancho y complejo país que reclamaba las promesas de la Revolución. Su modo de fotografiar se transformó bien pronto, y en pocos años recorrió una experiencia artística fulgurante: del retrato de la naturaleza (cactus, rosas, bambúes) su cámara pasó a redactar su compromiso social con una caligrafía que relata la vida de los desheredados. Siempre cuidadosa de un equilibrio estético propio, Tina exalta los símbolos del trabajo, del pueblo y de la denuncia social, que recuerdan su propia vida de niña-obrera textil, en su natal Udine, en el norte italiano.

Su cercanía con el mundo del arte la condujo al movimiento comunista donde colaboró estrechamente con Diego Rivera, Xavier Guerrero, Julio Antonio Mella o Vittorio Vidali, reconocidos hombres de fuertes aspiraciones radicales. Bajita, delgada, bellísima, Tina parecía frágil y modesta y, sin embargo, no dejó de ser el blanco de habladurías por la compleja personalidad, artística y humana, que la distinguió: No puedo aceptar la vida así como es, demasiado caótica, demasiado inconsciente; de ahí mi resistencia y mi batalla. Me hallo siempre en lucha por hacer la vida a mi temperamento y mis necesidades...”

En 1929, caminando del brazo con su compañero, el revolucionario cubano Julio Antonio Mella, éste es acribillado por sicarios en la calle Abraham González del D.F. Tina se vió envuelta en el drama político y sufrió una escandalosa campaña orquestada por el gobierno. Al año siguiente, Pascual Ortiz Rubio puso fuera de la ley a los comunistas y expulsó a la fotógrafa del país. Fuera de México, la fotografía terminó para ella. En varios países de Europa estuvo al servicio del movimiento comunista, y después de la derrota de la República española regresó a México para morir a los 46 años de edad.

“Cada vez que se usan las palabras ‘arte’ o ‘artista’ con relación a mis trabajos fotográficos, advierto una sensación desagradable debido al mal uso que se hace de tales términos. Me considero una fotógrafa, y nada más.” La revolucionaria Modotti no podía imaginar que muchos años después, sus obras se subastarían en el mercado norteamericano a precios inconcebibles.

 

“La mujer que vino del frío, Tina Modotti” del autor Alberto Sánchez Hernández y se publicó íntegramente en la edición de Relatos e Historias en México, núm.5.