La historiografía y el discurso político lo han convertido en un mítico “precursor de la Revolución Mexicana”. No lo fue: el combate de Flores Magón se dirigía hacia una revolución mucho más radical, con otro tipo de líderes y participación obrera. Por ello despreció profundamente la lucha iniciada por Madero en 1910: su movimiento era solamente “político” y no social. Merecemos una aproximación completa a este admirable personaje y este ensayo apunta en esa dirección.
El 15 de enero de 1923 llegó a la Ciudad de México el cadáver de Ricardo Flores Magón, muerto durante la noche del 20 al 21 de noviembre de 1922 en la prisión de Leavenworth, Kansas. Contaba con 49 años, pues había nacido el 16 de septiembre de 1873 en el pueblo de San Antonio Eloxochitlán, en la sierra mazateca de Oaxaca. Sus fechas de nacimiento y muerte no dejan lugar a dudas: Ricardo Flores Magón estaba destinado a ser un protagonista de la historia nacional; más aún, un personaje mítico.
En efecto, es uno de los tres íconos del sector popular de la Revolución mexicana, junto con Pancho Villa y Emiliano Zapata. Sin embargo, estos últimos participaron de forma protagónica a todo lo largo de dicha contienda, desde su estallido hasta sus respectivas muertes, mientras que Flores Magón vivió exiliado en Estados Unidos –y por breve tiempo en Canadá– desde principios de 1904 y no pisó territorio nacional durante ningún momento del decenio bélico, salvo en los escasos meses que duró su incursión en la zona norte de Baja California, durante la primera mitad de 1911. Además, tanto Villa como Zapata pertenecían al sector rural, mientras que Flores Magón era un personaje claramente urbano dentro de una revolución esencialmente campesinista.
Crítico del porfirismo
En concreto, se le conoce como “precursor de la Revolución mexicana”, concepto que ha dado lugar a una caracterización parcial y fallida de su biografía. Su lucha en favor de la Revolución, como “precursor”, fue cuando mucho breve, si es que hubo tal etapa en su vida, de por sí plena de cambios y vicisitudes, tanto en México como en Estados Unidos.
Para comenzar, siendo aún muy pequeño su familia se trasladó a la capital del país para que los hijos –Jesús, Ricardo y Enrique– pudieran obtener una buena educación. Así, cursó estudios en las escuelas Nacional Preparatoria y de Jurisprudencia, la que abandonó antes de concluir los estudios para ser abogado. En ambas escuelas, Flores Magón adquirió la metodología positivista, basada en el rigor científico, los análisis precisos y en la prevalencia de lo real, lo objetivo, lo material.
Fue a finales del siglo XIX cuando germinó su interés por la política. En tanto hijo de un militar juarista, Flores Magón, al igual que muchos otros jóvenes,4 comenzó a reclamar que Porfirio Díaz se hubiera alejado de los principios liberales al convertirse en un gobernante autoritario y al no aplicar los preceptos jacobinos de la Constitución de 1857. Por eso participó en las protestas contra la reelección de Díaz en 1892, conducta que le valió su primer encarcelamiento. Una vez libre, tomó una decisión que sería vitalicia y que le impondría graves sacrificios: ser siempre un periodista de oposición, y muy crítico. Desde entonces tuvo varias experiencias periodísticas –como en El Demócrata– hasta que en 1900 su hermano Jesús y él fundaron Regeneración, con obvia influencia evolucionista, como lo prueban su título y su contenido juridicista,5 en tanto partidarios de la Constitución de 1857.
Los Flores Magón no eran los únicos jóvenes liberales críticos de Díaz. Dicho grupo, buscando su maduración y fortalecimiento, organizó en 1901, en San Luis Potosí, un congreso con el objetivo de que se recuperaran y fortalecieran los principios liberales. El primer resultado fue que, al saberse con aliados decididos, los asistentes tendieron a radicalizarse, especialmente en sus denuestos a Porfirio Díaz y a su gobierno. En consecuencia, a dicha enjundia correspondió una severa y creciente represión –persecuciones, clausura de periódicos y encarcelamientos–, por lo que Flores Magón y otros oposicionistas decidieron huir del país y exiliarse en Estados Unidos.
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Ricardo Flores Magón ¿Precursor o crítico de la Revolución Mexicana?