Divulgador de la historia y cultura yucatecas Antonio Mediz Bolio, siempre orgulloso de su natal Yucatán, dedicó su vida para poner en alto a su tierra, estudiando y divulgando en su vasta obra muchos detalles de aquel territorio que al estar lejos de la capital nacional era poco comprendido por los poderes federales. Una de sus más prestigiosas y reconocidas obras fue La tierra del faisán y del venado, disponible gratuitamente en: https://bit.ly/3asdbnZ.

Tras años de intensos estudios e investigaciones sobre la antigua civilización maya, lo cual implicó la incansable lectura de manuscritos, visitas a numerosos sitios arqueológicos, traducción de códices y el compendio de múltiples datos y referencias, por fin se presentó el momento idóneo para materializar un intenso anhelo que había surgido desde mucho tiempo atrás.

Al respecto, una de las más importantes recopilaciones de la cultura maya, conocida con el nombre genérico de Libro del Chilam Balam, solo poseía versiones en idioma francés e inglés, lo cual limitaba de gran manera su lectura, pues, hasta bien avanzado el siglo XX, nadie había traducido tan significativa obra al español.

Este escrito cuyo nombre proviene de los vocablos chilam (sacerdote, profeta, adivino) y balam (jaguar, hechicero, brujo), contiene variadas crónicas sobre aspectos religiosos, históricos, astronómicos, genealógicos y literarios de los mayas, compiladas entre los siglos XVI y XVII con el fin de preservarlos para las futuras generaciones.

Así, fue en 1930 cuando por fin se dio la primera traducción al español en la historia del afamado Libro del Chilam Balam, lo cual aconteció en la ciudad de San José (capital de Costa Rica) por parte de uno de los eruditos mexicanos más destacados a nivel mundial en la temática maya: Antonio Mediz Bolio.

Primeros accionares

Antonio Mediz Bolio nació en Mérida, Yucatán el 13 de octubre de 1884, sitio donde también cursó la educación primaria en el Seminario Conciliar, la secundaria en el Colegio de San Idelfonso y la carrera de Derecho en la Facultad de Jurisprudencia, graduándose como abogado en 1907. Desde muy joven incursionó en actividades literarias con obras como Evocaciones (1903), Alma bohemia (1905), Las dos noblezas (1906), Suerte perra (1907), Vientos de montaña (1908), Niza (1909), El sueño de Iturbide (1910), Manelik (1912) y La casa de Montejo (1913).

En esa misma época se dedicó al periodismo y laboró en varios medios de su estado natal, como Revista de Mérida, Pimienta y mostaza, La Arcadia y El salón literario. En 1909 se trasladó a Ciudad de México, donde trabajó en los periódicos México Nuevo y Nueva Era, uniéndose a la lucha del líder revolucionario Francisco I. Madero contra el entonces presidente, general Porfirio Díaz Mori.

Después de la victoria de Madero fue electo como diputado federal en 1911, pero ante el golpe de Estado del general Victoriano Huerta de 1913 se exilió en La Habana, donde trabajó en el Heraldo de Cuba y publicó Palabras al viento (1915). Tras su regreso a Mérida, fue director de la Escuela de Bellas Artes de Yucatán y de los periódicos El Ateneo de Mérida y La voz de la Revolución, publicando además El marquesito enamorado (1916), La ola (1918) y En medio del camino (1919).

Pocos años más tarde ingresó al Servicio Exterior Mexicano, desempeñando puestos diplomáticos en España (1919-1921), Colombia (1921), Argentina (1921-1922) y Suecia (1923-1924). En 1922 publicó su más conocido libro, La tierra del faisán y del venado, con prólogo del célebre literato Alfonso Reyes y con ilustraciones del afamado pintor Diego Rivera.

Si desea leer el artículo completo, adquiera nuestra edición #157 impresa o digital:

“10 mitos populares de la conquista”. Versión impresa.

“10 mitos populares de la conquista”. Versión digital.

Recomendaciones del editor:

Si desea saber más sobre la historia de la literatura mexicana, dé clic en nuestra sección “Historia de la Literatura”.