El 8 de marzo es una fecha simbólica en la histórica lucha por los derechos de las mujeres.

Ese día, de 1857, trabajadoras de la industria textil neoyorkina organizaron una huelga en demanda de salarios justos y mejores condiciones laborales. Ese día también, pero de 1908, miles de mujeres tomaron las calles de la misma ciudad estadounidense para exigir mejores sueldos, menos horas de trabajo y el sufragio femenino.

En 1910, en la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague, Dinamarca, se propuso por primera vez la proclamación del Día Internacional de la Mujer, lo que llevaría a que varios países europeos y Estados Unidos empezaran a celebrarlo, aunque en diferentes fechas.

En Rusia, se celebraba el 8 de marzo (23 de febrero en el calendario juliano que regía en esa nación) y, en 1917, ese fue el día en que estalló la llamada Revolución de Febrero, luego de una huelga iniciada por obreras de Petrogrado que pronto prendió la llama de la rebelión contra el régimen zarista, que a los pocos días se derrumbó.

Finalmente, el 8 de marzo, pero de 1975, durante el “Año Internacional de la Mujer”, organizado por la ONU y que tuvo su sede en la Ciudad de México, se declararía tal fecha como la “oficial” para celebrar el Día Internacional de la Mujer en todo el mundo.

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