El 15 de enero de 1847 Benito Juárez, entonces diputado al Congreso general por Oaxaca, se inició en la masonería del Rito Nacional Mexicano en el taller Independencia No. 2, cuyo gran maestro era el diputado José María del Río. La ceremonia de iniciación en la que Juárez adoptó el nombre simbólico de Guillermo Tell tuvo lugar en Palacio Nacional dentro de un salón del Senado de la República habilitado como templo masónico. Asistieron el vicepresidente Gómez Farías y Miguel Lerdo de Tejada, entre varios diputados, ministros, gobernadores, militares e intelectuales. Al mes siguiente Juárez fue nombrado vicepresidente de la Gran Logia de la ciudad de México, denominada La Luz.
En 1854, después de proclamado el Plan de Ayutla, Juárez recibió el Grado 7°, y en 1862 el 9°, el de más alto reconocimiento dentro de su rito. Fue también gran maestro de la Gran Logia del Rito Nacional Mexicano en 1869. Don Benito mantuvo relaciones cercanas con los dirigentes de los ritos escocés y yorkino en otros países, de quienes recibió importantes reconocimientos en España y Francia.
Esta publicación es un fragmento del artículo “El poder de la Masonería” de la autora Elena Díaz Miranda y se publicó íntegramente en la edición de Relatos e Historias en México, núm. 80.
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