El Seminario Tridentino de Puebla y su Biblioteca

Jaime Bali Wuest

Puebla fue sin duda una de las gemas de la corona española en el continente americano. Las tropas de Cortés sentaron los cimientos de un bastión colonial en las tierras del altiplano después de la escaramuza que condujo a la matanza de Cholula. Muy pronto sobre el extenso valle poblano aparecieron los primeros trazos de lo que sería después la Puebla de los Ángeles, la misma ciudad que hoy muestra orgullosa lo que se conoce como Biblioteca Palafoxiana, considerada la más antigua de América. Lo cierto es que su existencia no es producto de un capricho ni de una ocurrencia de sus fundadores; es, eso sí, producto del esfuerzo de muchos años y resultado de un trabajo que tuvo como objetivo cumplir con los acuerdos del Concilio de Trento, que fijó, entre otros temas, el de preparar a los sacerdotes para que con mayor sabiduría divulgaran la palabra de Cristo. La biblioteca era parte vital de un gran proyecto de educación superior en aquellos días. Fue así que el 22 de agosto de 1644 el venerable don Juan de Palafox y Mendoza fundó canónica, jurídica y económicamente el Seminario Tridentino de Puebla, y cuatro años después el papa Inocencio X lo confirmó con el nombre de Real Colegio de San Pedro Apóstol.

La biblioteca nació como resultado de un donativo de 8 000 volúmenes que Palafox y Mendoza hizo al colegio de San Juan, que junto con los colegios de San Pedro, San Pantaleón y el Clerical de San Pablo formaron lo que después se conocería como Colegio Palafoxiano.

La famosa biblioteca se vio reforzada con la aportación del obispo franciscano Fabián y Fuero, con los libros que llegaron de la red de colegios jesuitas de Puebla tras la expulsión de la orden en 1767 y con las contribuciones de Manuel Fernando de Santa Cruz y Francisco Pablo Vázquez, así como las del deán de la Catedral, José Francisco Irigoyen.

El acervo de la biblioteca cuenta en la actualidad con 42 566 libros, 5 345 manuscritos y algunos incunables. La sala de estilo barroco donde se encuentra fue construida en 1773 por el obispo Fabián y Fuero, quien le dio el título de Biblioteca Palafoxiana en honor del fundador. En el año 2005 la Biblioteca Palafoxiana fue declarada por la UNESCO como “Memoria del Mundo”.

 

“El Seminario Tridentino de Puebla y su Biblioteca” del autor Jaime Bali Wuest y se publicó íntegramente en la edición de Relatos e Historias en México, núm. 1.