Juan Nepomuceno Zuazua Esparza nació el 6 de enero de 1820 en Punta de Lampazos. Fue allí, en la soledad de esta villa del norte de Nuevo León, donde aprendería a montar a caballo espléndidamente y a manejar el rifle como pocos, durante la lucha que día a día los habitantes de estas tierras tenían contra los grupos de indios lipanes y comanches que asolaban la región.
Años después estudió en el Seminario Conciliar de Monterrey sin terminar la carrera. Regresó a Lampazos para dedicarse a la agricultura y al comercio. Tenía 26 años cuando participó en las primeras batallas de la invasión estadunidense de 1846, en la que fue parte de la Guardia Nacional en representación de su localidad. Combatió en Palo Alto y Resaca de la Palma en mayo de ese año, así como en la reñida batalla de Monterrey de septiembre. Fue ascendido a capitán por su valor y denuedo en la defensa de la soberanía nacional. Meses después estaría frente al invasor en la batalla de la Angostura, librada en las afueras de Saltillo.
Terminada la guerra con Estados Unidos y tras el acercamiento fronterizo al río Bravo en 1848, los problemas para las villas del norte del país se incrementaron notablemente. Los constantes asaltos de lipanes y comanches a rancherías y pueblos, el acecho de los filibusteros norteamericanos y el bandidaje en el camino se convirtieron en verdaderos flagelos para los habitantes de esas tierras.
En este contexto aparece Zuazua encabezando la 1ª Compañía Móvil de caballería de Lampazos, creada en septiembre de 1849 por el presidente José Joaquín de Herrera.
Al estallar la Revolución de Ayutla en 1854, Zuazua se subleva junto a su paisano Santiago Vidaurri contra la dictadura santannista y toma Monterrey el 23 de mayo de ese año. Constituído el Ejército del Norte con sede en Monterrey, Zuazua es nombrado coronel por su destacada labor militar en la campaña.
Tras estallar la Guerra de Reforma a finales de 1857, nuevamente el bien pertrechado y disciplinado Ejército del Norte entró en combate a favor de la causa liberal junto a su jefe militar. Vidaurri, Zuazua y sus oficiales sentían desconfianza de los políticos de la capital pero debían tomar postura.
Zuazua y Vidaurri estaban convencidos de que los generales Jesús González Ortega y Santos Degollado habían dividido con sus intrigas a los oficiales del Ejército del Norte, por lo que desconocieron su autoridad militar. En la disputa por el poder en la región, Vidaurri es destituído y Aramberri elevado al puesto de gobernador del estado de Nuevo León y Coahuila.
Como una última carta para la causa vidaurrista, a finales del 1859 el general Zuazua se levanta en armas en Lampazos contra el gobierno de Aramberri.
Esta publicación es un fragmento del artículo "General Juan Zuazua" de Eduardo Cázares Puente y se publicó íntegramente en la edición de Relatos e Historias en México, núm. 57