Huerta es aún un desconocido. Su nombre evoca inmediatamente el sinónimo de la traición, de la maldad. Encarna la necesidad que se tiene de un verdugo para que exista un mártir. Lo que se conoce de él pertenece más bien a la denostación de un personaje, al abuso del adjetivo. pero para la Historia, así, con mayúscula, permanece en la oscuridad...