Juan Bautista Morales

Un intelectual polifacético

Félix Hernández del Ángel

 

La rebeldía intelectual y el juicio certero en sus actos y en la crítica a la época en la que le tocó vivir son dos características que definen la personalidad de Juan Bautista Morales Olavarrieta. Nacido en Guanajuato en 1788 y con dominio de los idiomas francés, inglés, italiano, portugués y latín fue un intelectual polifacético que influyó en los periodistas de su tiempo; además de sufrir una enfermedad llamada ataque de insulto en 1812, a tal grado que quedó baldado de todo el lado izquierdo de su cuerpo para toda su vida pudo cumplir su misión educadora en la naciente juventud; fue amigo y colaborador de personajes de la talla de Guillermo Prieto, Ignacio Comonfort, Francisco Zarco, Mariano Otero, Ignacio Cumplido, Manuel de la Peña y Peña, José Bernardo Couto, Benito Juárez, Juan Álvarez, Andrés Quintana Roo, Mariano Riva Palacio, Luis Gonzaga Cuevas, José María Bocanegra y Martín Carrera, por sólo nombrar algunos.

En este año 2024 se celebra el Bicentenario de la promulgación de la Constitución federal de 1824, en el que participó activamente Juan Bautista Morales representando a los dos estados más fuertes económicamente en ese momento: Guanajuato y Estado de México; por ese motivo vale la pena dedicar algunas palabras a uno de los liberales moderados guanajuatenses más distinguidos y de la trascendencia que tuvo a lo largo de los siguientes siglos.

El abogado y el político
En 1816 Juan Bautista Morales se recibió de bachiller con grado en derecho canónico en la Facultad de Jurisprudencia en la Universidad y después, él mismo señala que “Fue recibido de abogado por la Real Audiencia de Méjico en 6 de Julio de 1820, después de haber sufrido el correspondiente ecsámen”. Su carrera política inició a partir de ese momento. En 1824 fungió como diputado por los Estados de México y Guanajuato, firmando el Acta Constitutiva de la Federación Mexicana en enero de ese año y la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos en octubre; luego formó parte del primer Senado que existió en México.

Su actividad política continuó en la Suprema Corte de Justicia de la Nación a partir de diciembre de 1824 como fiscal; después, en 1837 fue nombrado ministro del mismo, y concluyó su trabajo como presidente del máximo órgano de justicia en 1850-1851 y 1855-1856, hasta su muerte. Es digno mencionar que también fue gobernador del Departamento de Guanajuato en 1845 y 1846 donde administró con prudencia los asuntos públicos, promovió la concordia de los ciudadanos, quitó las diferencias y eliminó a los ladrones que merodeaban.

El periodista y el traductor
Juan Bautista Morales fundó los periódicos El Hombre Libre (1822), Año Cristiano Mexicano (1835), El Defensor de la Nación (1839), El Siglo Diez y Nueve (1841, con Mariano Otero), La Prudencia (1845), Los Debates (1848, con José María Lacunza) y Semanario Judicial (1850). En estas publicaciones defendió el federalismo, la libertad de imprenta y la paz de los ciudadanos; siempre condenó los males que aquejaban a la República a través de sus artículos. Uno de ellos llamado “Reorganización”, que fue publicado en El Siglo Diez y Nueve, señalaba que el ejército todo lo consume, refiriéndose a los fondos monetarios de la nación; este hecho molestó a Antonio López de Santa Anna, quien ordenó llevar a Morales a su presencia. Guillermo Prieto dijo en ese entonces:

"Santa Anna había mandado llamar al señor Morales para amonestarlo y reconvenirle por sus escritos. Morales guardó silencio; pero en un momento le dijo con marcada resolución: 'Yo he de seguir escribiendo como hasta hoy; y tenga usted muy presente que cuando comencé esta tarea, me convencí de que en lo que más que puedo parar, es en cuatro velas y un petate'".

Este pasaje es uno de los más interesantes e importantes porque muestra la firme creencia que tenía Juan Bautista Morales en el periodismo. Sus artículos versan sobre diversos temas de la vida nacional y se encuentran en las páginas de, por lo menos, una veintena de periódicos de la época. Morales tradujo dos obras tituladas: Del gobierno considerado en sus relaciones con el comercio, o de la administración comercial opuesta a los economistas del siglo XIX (1843), de François-Louis-Auguste Ferrier, y Defensa de los pueblos contra la tiranía de los reyes (1855), de Gerónimo Spanzotti. Además, tradujo muchos artículos provenientes de otros países con los idiomas que él dominaba para las diferentes publicaciones periodísticas en que escribió.

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