Nacida en 1954, Alicia Vargas jugó desde pequeña en la liga del Distrito Federal compitiendo bajo los colores del… ¡Guadalajara!, que en aquella época era inspiración de muchos jóvenes por ser un equipo lleno de frescura que dominó el balompié del país durante una década.

Destacando con esa playera fue contemplada en 1970 para asistir a un certamen en Italia, la primera convocatoria internacional para selecciones femeninas. La experiencia fue frustrante y maravillosa. No tenían uniformes, mucho menos patrocinadores. Se improvisó prácticamente todo el certamen; no obstante, México fue la revelación del torneo con Alicia como goleadora. Se perdió en la semifinal contra la selección anfitriona, pero el papel del equipo fue más que decoroso.

Con esa experiencia en el bolsillo, del 15 de agosto al 5 de septiembre de 1971 se llevó a cabo en México la segunda edición del torneo, llamado por los patrocinadores Campeonato Mundial de Futbol Femenil. En este certamen, nunca avalado por la FIFA, participaron seis selecciones: México, Argentina e Inglaterra, que jugaron en el estadio Azteca, y Dinamarca, Italia y Francia, que jugaron en el estadio Jalisco.

El Azteca se entregó a sus futbolistas y, todavía con la euforia del mundial masculino del año previo, el público buscó emular en sus deportistas de la rama femenil a aquellas grandes figuras internacionales. Por sus resultados anteriores y las expectativas en ella, Alicia fue llamada “la Pelé mexicana”.

Paradójicamente, ese no fue su mejor torneo, pero ella fue la cabecilla del ataque mexicano. Con un partido sublime, doblegaron a Inglaterra en los cuartos de final con una goleada de 4 a 0. La Pelé madrugó a la defensa inglesa apenas al minuto 5, con un pase para Eréndira Rangel, quien remató para vencer la portería de Lillian Harris y abrir el marcador.

En las semifinales despacharon a Italia 2 a 1 en una bonita revancha del año anterior, aunque se cayó en la final ante Dinamarca. De este torneo, Vargas recordó sobre todo el apoyo de los aficionados, en una época en que a las mujeres se les reconocía mucho menos que hoy su papel dentro del deporte.

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