Originaria de Hueyapan, Puebla, Teresa Lino tiñe sus prendas de lana con colorantes naturales como el anil, la grana cochinilla, el cempasúchil, nogal silvestre, liquen o zapote negro.
Dibujos tradicionales que muestran la incografía propia de su pueblo, como el árbol de la vida o animalitos que representan el tótem de sus antepasados, son el bordado de sus piezas.
Ella se identifica con un ave y le gusta imaginar que ese es su tótem porque “un ave es libre y es una forma de demostrar que como mujeres indígenas libres podemos salir adelante”.
El colectivo de mujeres artesanas que ella representa se llama “Tamachij Chihuatl” y se formó hace casi 40 años. Nos cuenta que “al inicio hubo problemas, no sólo económicos para echar andar el colectivo, también familiares porque antes había parejas que sí le daban permiso a las mujeres de salir de su casa para ir a trabajar, pero otras no y ahora todavía dicen unas compañeras ‘de que nos regañan nos regañan por llegar tarde a la casa’.”
Otro conflicto que enfrentaron tuvo que ver con su identidad como indígenas porque “al inicio hacíamos bordados que veíamos en las revistas hasta que rescatamos nuestra iconografía para compartirla en nuestros bordados”.
Dice que, en su caso, empezó a los 19 años en el oficio y que se ha dedicado a compartir sus conocimientos para ensalzar a su pueblo Hueyapan y, además, porque “compartir es bonito”, su abuela le enseñó a ella y ella a más mujeres. Es un autoempleo y con los niños un ingreso económico que complementa la economía familiar, aunque no hay clientes suficientes.
Nos platica que hace falta promoción del trabajo artesanal, pues “yo lo quiero hacer siempre muy bien, para mí cada pieza es compartir la identidad de mi pueblo, nuestra comovisión. No se trata sólo de un objeto o de una prenda, sino de nuestra identidad. Una pieza que cuesta dos mil 500 pesos yo me tardo entre dos meses y tres meses haciéndola y la gente que no conoce eso quiere regatear nuestro trabajo, en cambio los que sí conocen el proceso no regatean, por eso hace falta promoción de nuestro trabajo.”
Teresa tiene varios premios por piezas presentadas, uno por altruismo y este año ganó el Premio a la Trayectoria Artesanal que el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (FONART) le otorgó como parte de la edición XLIII del Concurso Gran Premio Nacional de Arte Popular 2018.