Nuestras Historias

  • La última carga de caballería

    La última carga de caballería

    Batalla de Paredón, Coahuila

    Gerardo Díaz

    El ejército federal destruyó varios kilómetros de vías del ferrocarril entre Torreón y Saltillo. En la estación Paredón posicionó un contingente para detener el avance villista, pero fue sorprendido por la División del Norte, que cabalgó desde la estación Hipólito, aproximadamente 45 kilómetros, y realizó una carga con unos 8,000 elementos, mientras otros 2,000 cortaron la retirada hacia Saltillo. Los federales fueron incapaces de contener a la División del Norte, que en menos de una hora sobrepasó sus líneas únicamente con una carga de caballería y sin utilizar artillería. Ante esta derrota, la guarnición de Saltillo optó por abandonar la plaza y dirigirse a San Luis Potosí, dejando la ciudad en manos de los revolucionarios y sin presentar batalla.

  • Los siete durmientes de Efeso

    Los siete durmientes de Efeso

    El regreso al futuro

    Antonio Rubial García

    La historia de los siete durmientes de Éfeso tendría un éxito inusitado en Oriente y Occidente, tanto en el ámbito cristiano como en el musulmán. En los versículos del 8-26 de la Sura al-Kahf en el Corán (conocida como Los Durmientes o La Gente de la Caverna), Decio fue sustituido por un rey que oprimía a sus súbditos. Talimkha y sus hermanos (que eran cuatro y no siete) fueron encarcelados por el tirano, pues adoraban al Dios Eterno, pero lograron huir y en el camino se encontraron con un pastor que también era creyente. El perro del pastor los condujo hasta una caverna y montó guardia ante ella, mientras los jóvenes entraban en un profundo sueño que duraría 309 años.

  • ¡Todos somos migrantes!

    ¡Todos somos migrantes!

    ¡Todos somos migrantes!

    La Redacción

    Alemanes, italianos, argentinos, japoneses, belgas, cubanos, o más recientemente balcánicos, haitianos, hondureños y venezolanos, son apenas un puñado de ciudadanos de otras latitudes que por diversas razones han migrado a nuestro país desde el siglo antepasado para residir temporal o definitivamente en él. Sin abundar en las razones de su llegada a México, quizá por todos conocido es que estas comunidades han contribuido al enriquecimiento de la cultura mexicana con el aporte de infinidad de prácticas que hasta hoy perviven.

  • La digna actitud del embajador japonés durante el cuartelazo de 1913

    La digna actitud del embajador japonés durante el cuartelazo de 1913

    Kumaichi Horiguchi

    Ricardo Lugo Viñas

    Al comenzar la Decena Trágica en febrero de 1913, el embajador japonés Kumaichi Horiguchi acudió a Sara Pérez, esposa del presidente Madero, quien le comentó que su esposo salió escoltado por cadetes. El japonés manifestó su preocupación y ofreció a los Madero su residencia, la embajada de Japón, como refugio. Consumado el golpe de Estado, Horiguchi pidió ver a Madero y Huerta se lo concedió. Le indicó que su familia estaba a salvo. Tres días después se enteró del asesinato del presidente. Él y otros embajadores presionaron para que el cadáver fuera entregado a su viuda.

  • Promesas de amor rotas

    Promesas de amor rotas

    La demanda de María Lucía Rodríguez en 1776

    América Malbrán Porto

    A pesar de que los esponsales eran considerados como perpetuos e indisolubles desde la Edad Media, una gran cantidad de hombres engañaba a la mujer incumpliendo la promesa o realizándola un sinfín de veces para obtener los favores de las familias de las cortejadas.

  • Todos merecemos un acapulcazo

    Todos merecemos un acapulcazo

    Ricardo Lugo Viñas

    Como se sabe, la Torre Latinoamericana se inauguró el 30 de abril de 1956 para celebrar los cincuenta años de la Compañía de Seguros La Latino Americana, y fue uno de los primeros edificios en el mundo diseñado para soportar infaustos sismos. El ingeniero Zeevaert trabajó en conjunto con el experto en estructuras Nathan M. Newmark, para crear un sistema antisísmico que le permitiera a la Torre “flotar” (como si se tratara de una nave en el Lago de Texcoco) en caso de un terremoto. Aquello se lograría mediante la cimentación de cajón de concreto y 361 pilotes anclados a 33 metros bajo tierra.

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