La primera lámina del Atlas pintoresco e histórico del cartógrafo Antonio García Cubas (1832-1912), llamada “Carta política”, consiste en un mapa de la República Mexicana con la división política por estados y territorios, con las principales ciudades del país señaladas. Al hacer la lectura paralela que sugiere García Cubas del Cuadro geográfico, estadístico e histórico de los Estados Unidos Mexicanos, se puede encontrar una amplia información sobre la situación geográfica, límites, división política, extensión, número de habitantes de los estados y poblaciones principales, así como rentas y gastos públicos del gobierno federal y los estimados para los pagos de contribuciones.
El Atlas pintoresco y el Cuadro geográfico dan cuenta de que para 1885 la República Mexicana contaba con 27 estados, un territorio y un distrito federal. La población total ascendía a 10 447 984 habitantes; sólo dos ciudades en el país contaban con más de cien mil: la ciudad de México, con 300 mil, y la ciudad de León, Guanajuato, con 120 mil. Las ciudades de Guadalajara, Puebla y Guanajuato tenían 80, 75 y 52 mil habitantes respectivamente.
Es interesante la información fiscal que contiene (con datos del periodo 1881-1882), la cual se puede encontrar en el texto que acompaña a la lámina. Más allá de las cantidades, que nos dicen poco si no tenemos referencias sobre el valor adquisitivo de la moneda, podemos observar que los ingresos del gobierno ascendían a 33 166 017 pesos, de los cuales 18 516 152 provenían de los derechos de importación y exportación; 6 480 189 de las contribuciones interiores, y el resto del cobro de “Servicios, aprovechamientos y ramos menores”. Es decir, casi dos terceras partes de las rentas del Estado provenían de las aduanas.
En cuanto a los egresos, se declaran las cantidades destinadas a los tres poderes de la Federación y a cada secretaría de Estado. Resalta –aunque no sorprende– el dato que muestra que la Secretaría de Guerra y Marina gastó 10 056 013 pesos, mientras que la Secretaría de Justicia e Instrucción Pública usó 1 197 717 pesos.
Gráficamente, la “Lámina I” nos muestra, en el centro, un mapa de la República delimitado en el norte de Baja California, Sonora y parte de Chihuahua por una línea fronteriza con la leyenda “Límite por el tratado de la Mesilla del 30 de Diciembre de 1853”. La frontera correspondiente a los estados de Coahuila, el resto de Chihuahua y Tamaulipas es referida como “Límite según el tratado firmado en Guadalupe Hidalgo en 2 de Febrero de 1848”. Al sur, colindante con los estados de Chiapas, Campeche y Yucatán, la línea fronteriza reza: “Límites no determinados”.
En la parte superior de la lámina se puede apreciar un gran número de pequeños retratos de héroes de la historia nacional, como Miguel Hidalgo, Ignacio Allende y Vicente Guerrero, además de la mayoría de los gobernantes de México, desde Juan O’Donojú hasta Manuel González; todos realizados por el gran litógrafo Santiago Hernández. La elección de los personajes parece manifestar que las cuestiones partidistas del agitado siglo que llegaba a su fin estaban superadas, pues lo mismo aparece el liberal Juan Álvarez que el conservador Lucas Alamán. De hecho, por una aparente casualidad, en esta composición que no tiene orden cronológico, los retratos de Maximiliano de Habsburgo y Benito Juárez aparecen uno al lado del otro.
Para finalizar, los costados y la parte inferior de la “Lámina I” están decorados con bellas litografías de los palacios de gobierno de algunas de las principales ciudades del país, así como con una del Castillo de Chapultepec, realizadas por los lápices de Miguel R. Hernández y Vicente Calderón.
Esta publicación es un fragmento del artículo “La "Carta Política"” del autor Luis Arturo Salmerón y se publicó íntegramente en la edición de Relatos e Historias en México, núm. 68.
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