Jim Morrison y The Doors en México

Andrés Ortiz Garay

A pesar de que México no se ha distinguido mucho por su vanguardismo en la música de rock and roll, sí podemos presumir de haber sido uno de los primeros países que el grupo The Doors visitó como parte de su primera gira internacional.

 

Fue en 1969, durante la gira de presentación del disco Soft Parade, cuando Jim Morrison, Ray Manzarek, Robby Krieger y John Densmore, los cuatro integrantes originales de The Doors, visitaron la Ciudad de México. Se había planteado que tocaran en la Plaza de Toros de Cuatro Caminos, pero ese concierto no se celebró, debido a la prohibición impuesta por el presidente Gustavo Díaz Ordaz. Aún así, The Doors con Jim Morrison tocaron en un pequeño club privado que se llamaba “The Forum” y, a pesar de la invitación presidencial a abandonar cuanto antes el suelo mexicano, los cuatro músicos se quedaron una semana visitando Chapultepec, Teotihuacan, los mercados y otros puntos de interés. El propio hijo del presidente les acompañó en varios recorridos; seguramente porque era un fan del rock y, tal vez, para evitar que su padre cumpliera las amenazas de expulsión.

En 2004 Manzarek y Krieger se presentaron acompañados por Ian Astbury, ex vocalista del grupo The Cult. Se trataba de una gira organizada por el canal de televisión americana VH1, supuestamente para recordar a Jim Morrison. El Auditorio Nacional de la Ciudad de México se unió a la ceremonia y presentó al grupo. En 2007, los mismos Doors revivalistas se presentaron en Guadalajara, con el vocalista Brett Scallions, pero esta vez el concierto dejó mucho que desear.

Y por último, en febrero de 2009, Ray Manzarek –acompañado de Krieger y otros músicos bajo el nombre de Raiders on the Storm– festejó su cumpleaños número setenta tocando en Monterrey y Pachuca. En esa ocasión, el periódico Milenio publicó una entrevista  con Manzareken la que el tecladista y fundador de The Doors recordó que cuando visitó México con Jim Morrison en 1969, “[…] las autoridades tenían miedo de que los jóvenes se reunieran en la plaza de toros, pensaban que iba a haber una revolución, pero la única revolución que los Doors podían generar era de amor, inteligencia y pasión”.

 

Esta publicación es un fragmento del artículo “Jim Morrison y The Doors en México” de Andrés Ortiz Garay y se publicó íntegramente en la edición de Relatos e Historias en México, núm. 22.