Si hoy es difícil llegar a San Pablo Guelatao, en Oaxaca, a principios del siglo XIX era casi imposible salir de allí. La extraordinaria personalidad de Benito Juárez le permitió enfrentar los más graves retos en el curso de su vida y asumir el papel más destacado en la defensa de la dignidad de la República. Por ello, Juárez simboliza esa parte de México y su imagen se reproduce incesantemente. En esta composición, Ismael Villafranco nos ofrece una singular representación del Benemérito de las Américas.