La Inquisición de México rara vez tenía que ver con casos de herejía.

Los aplausos inundaban constantemente el recinto y las loas aparecían a cada pausa del intérprete.

Velasco describió la metamorfosis que sufre el ajolote, es decir, el paso de respiración branquial a pulmonar y el desarrollo de extremidades que le permiten caminar en la tierra.

Símbolo del control que la Iglesia católica ejercía sobre la población novohispana.

Militar de esos que hacen carrera en los campos de batalla.

Esa tarde del 12 de diciembre de 1970, las aficiones de los Pumas de la UNAM y los Burros Blancos del Instituto Politécnico Nacional llenaron el Azteca con sus inconfundibles porras colegiales.