En sus poco más de 40 años de existencia, pasaron por ella desde personas humildes, hasta aquellos personajes encumbrados, variados caudillos y tropas revolucionarias.

Considerado como uno de los poseedores de los puños más certeros de todos los tiempos.

En 1916, Venustiano Carranza emitió un decreto de fundación de la Escuela Nacional de Química Industrial, antecedente directo de la Facultad de Química de la UNAM.

Desde su génesis, la publicación tuvo como principio contribuir a transformar aquel México que iniciaba el nuevo siglo.

Para muchos resultó ser un paraíso, debido a que venían huyendo de condiciones políticas o económicas precarias en sus países de origen.

Su nombre ha resistido al paso del tiempo por el asesinato político que allí se cometió.