¿Conocen a la tenista mexicana campeona del Roland Garros?

Yolanda Ramírez y su sorprendente trayectoria

Gerardo Díaz

La mejor tenista mexicana. Yola llegó a siete finales de Grand Slam, un hecho sin precedentes y hasta hoy irrepetible en la historia del tenis nacional.

 

 

Son conocidos como Grand Slam los cuatro torneos mayores de la Federación Internacional de Tenis: el abierto de Australia, el Roland Garros francés, el campeonato de Wimbledon en Inglaterra y el abierto de los Estados Unidos. Ganar alguno de ellos es un honor que pocos deportistas de élite pueden presumir. En cuanto a México, por las circunstancias actuales del llamado deporte blanco sería una hazaña que tristemente se encuentra lejos de ser consumada por algún tenista nacional… pero hubo una época en que nuestra compatriota Yolanda Ramírez disputaba con pundonor las finales de este circuito.

 

Nacida en 1935 en el estado de Puebla, Yolanda fue estimulada por su familia para practicar el tenis como medio de fortalecimiento físico. En su momento pocos se imaginaron que ella y su hermana Imelda destacarían en el plano nacional de este deporte. Para los Juegos Panamericanos de 1955, disputados en la Ciudad de México, Yolanda, con apenas veinte años, ya demostraba una técnica envidiable que le ayudó a conseguir la medalla de oro en los dobles mixtos y la plata en la competencia individual, en la que fue derrotada por la también mexicana Rosa María Reyes, a quien el destino convertiría en su pareja deportiva en los años por venir.

 

Tras el éxito de los Panamericanos, los torneos internacionales se fueron haciendo habituales para Yolanda y de a poco mejoró sus participaciones en los históricos eventos de Wimbledon y Roland Garros. En el primero fue semifinalista en dobles de 1957 a 1959, aunque tristemente sin éxito. Sin embargo, fue en territorio francés donde consagraría su mejor tenis en esas mismas fechas: llegó tres veces a la final en dobles femenino y se coronó en 1958 junto a Reyes, un hecho que no se ha repetido en la historia del tenis nacional.

 

En años posteriores, la poblana llegó a posicionarse como la sexta tenista del planeta y alcanzó también las etapas finales de los abiertos de Australia y Estados Unidos, aunque sin poder coronarse en ellos.

 

Yola, como le dicen de cariño, vive hoy en su querida Puebla y aunque hace muchos años se retiró del tenis profesional, no deja de practicarlo y enseñarlo. Algunas de sus actividades favoritas son los torneos de veteranos y pulir a jóvenes talentos.

 

 

El artículo "La mejor tenista mexicana" del autor Gerardo Díaz se publicó íntegramente en Relatos e Historias en México, número 102