¿Cuál es la zona arqueológica más pequeña de México?

Metro Pino Suárez, Ciudad de México
Gerardo Díaz

 

¿Por qué el logotipo de esta estación de metro representa una pirámide y no la efigie de José María Pino Suárez? Esto fue por un descubrimiento realizado durante la planificación y construcción de dicha obra de transporte entre 1967 y 1970. Ahí se encontró la llamada pirámide de Ehécatl, el dios mexica del viento.

 

 

El nombre de esta estación fue un homenaje al vicepresidente de México asesinado el 22 de febrero de 1913 junto al presidente Francisco I. Madero. José María Pino Suárez nació en Tenosique, Tabasco, en 1869. Miembro de una prominente familia yucateca, estudió jurisprudencia en Mérida y pronto se convirtió en un abogado y hombre de negocios reconocido.

 

En la península conoció a Madero y se unió al Partido Antirreeleccionista. Contendió por la gubernatura de Yucatán, pero la maquinaria política del Porfiriato impidió su victoria. Con el triunfo de la revolución maderista, volvió a contender por la gubernatura y la ganó en 1911. Ese mismo año pidió licencia y viajó a Ciudad de México para asumir el cargo de vicepresidente, el cual desempeñó hasta antes de su asesinato.

 

Pero ¿por qué entonces el logotipo de la estación de metro representa una pirámide y no la efigie de dicho personaje? Esto fue por un descubrimiento realizado durante la planificación y construcción de dicha obra de transporte entre 1967 y 1970. Ahí se encontró la llamada pirámide de Ehécatl, el dios mexica del viento. Este adoratorio formó parte de la vasta zona ceremonial que se erigió en la antigua Tenochtitlan.

 

El hallazgo implicó para las autoridades un conflicto histórico y urbano que se solucionó al afectar lo menos posible los vestigios prehispánicos y conservar el monumento que data aproximadamente del año 1400. Cuenta con cuatro etapas o periodos de construcción estructural, similares a los del Templo Mayor mexica y con una base circular que sirvió como pedestal para colocar la representación de la deidad.

 

En un esfuerzo conjunto, el Sistema de Transporte Colectivo-Metro y el Instituto Nacional de Antropología e Historia habilitaron un área dentro de la moderna instalación que tiene como principal atractivo el basamento que se sitúa en un área de solo 88 metros cuadrados con proporciones que alcanzan los 10.7 x 7.6 x 3.7 metros.

 

También conocida como “la zona arqueológica más pequeña de México”, este histórico espacio puede congratularse de recibir, aunque sea de paso, igual o mayor número de personas que la mismísima Teotihuacan debido a la importante afluencia que registra la estación Pino Suárez, la cual se calcula en alrededor de 200 000 usuarios diarios, ya que ahí convergen dos de las líneas de metro más utilizadas en la capital.

 

 

La breve de Cartografía Urbana "Pino Suárez" del autor Gerardo Díaz se publicó en Relatos e Historias en México, número 114