Sonreír frente a la muerte

Luis A. Salmerón

Fortino Sámano fue fusilado el 12 de Junio de 1917. Es lo único que sabemos de este temerario personaje. Lo demás lo imaginamos al ver su expresión ante la muerte: el rostro desafiante, la postura desenfadada, el puro que sostiene con los dientes exprimiendo un último placer a la vida, sin pensar que esa pose lo inmortalizaría.

Los datos del suceso están registrados en la Fototeca Nacional del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Se ha especulado mucho sobre este hombre: algunos dicen que fue capitán zapatista; otros que fue fusilado por falsificación de billetes, y hay quienes dicen que era un delincuente común condenado a muerte, esa muerte anónima y cotidiana en el México revolucionario que el fotógrafo logró rescatar del olvido.

No hemos hallado algún documento fidedigno que lo ligue al caudillo Emiliano Zapata. Sólo tenemos estas dos fotografías y la breve anotación: “Fortino Sámano en espera de ser fusilado”. La instantánea en la que está fumando su último cigarro ha sido expuesta en galerías de Europa y una copia forma parte de la colección del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. También fue reproducida en la prestigiosa colección Photo Poche (núm. 52, dedicado a Agustín V. Casasola), del Centro Nacional de Fotografía en París. El original se resguarda en la Fototeca Nacional del INAH.

En la otra imagen, Fortino espera la descarga del pelotón. Sombrero en mano, cuerpo erguido y mirada tranquila, como diciendo a los soldados y al pequeño grupo de curiosos: si toca morir, así es como se hace: sonriendo a la muerte.

 

 “Sonreír frente a la muerte” del autor Luis A. Salmerón y se publicó íntegramente en la edición de Relatos e Historias en México, núm. 92