RIUS. Adiós Supermachos, llegan Los Agachados

Agustín Sánchez González

LA REVUELTA ESTUDIANTIL

 

Sin duda, el impacto social y político de Rius estuvo presente en las revueltas estudiantiles de 1968. Roberto Escudero, uno de los líderes del movimiento, escribió: “En esa época empezábamos a ser irreverentes y a través de la caricatura podíamos mostrar nuestro descontento […] los nombres de los personajes reflejaban un trasfondo que decía muchísimo y eso generaba risa frente al poder”.

 

Una caricatura no derroca un gobierno, pero sí estimula la creación para la crítica. En ese sentido, Los Supermachos presagió la ruptura que venía y la búsqueda por quebrar el estigma de aguantador, de supermacho.

 

Llegó el 68 a México y todo cambiaría. Rius debió abandonar a sus personajes primigenios y sustituirlos con una nueva historieta: Los Agachados, cuya primera virtud fue contar la que sería la primera historia del movimiento estudiantil, inserto en el mismo proceso y sin imaginar lo que vendría.

 

El Número especial dedicado a los cocolazos ayudó a romper el grito cotidiano de “prensa vendida” y dio una visión diferente a lo que en ese momento se podía leer en las publicaciones periódicas. Rius escribió: “Los caricaturistas también somos periodistas. Nuestra misión es enterarnos de lo que pasa y comentarlo en tal forma que hasta un locutor lo entienda, se ría y pueda sacar alguna conclusión”.

 

ADIOS CALZÓNZIN. WELCOME GUMARO

 

La portada del número dos de Los Agachados muestra los perfiles de Calzónzin y de Gumaro a Secas; eran pasado y presente, los protagonistas de sus dos revistas, la historia que terminaba y la que comenzaba, el padre y el hijo desconocido, gobernados por el espíritu –no tan santo– de Rius. Atrás quedaban Los Supermachos, fenómeno que había generado obras de teatro, una película, la búsqueda constante de ejemplares y el recuerdo en la memoria de la generación que se atrevió a enfrentarse al Estado en 1968 y en las décadas de los setenta y ochenta.

 

Sobre Los Agachados, Rius escribió: “La historieta se enfocó más a un lenguaje didáctico y politizador, manejando temas que eran tabú en los medios, como la religión, Cuba, las luchas de la liberación, el marxismo y la corrupción oficial”. Por otro lado, experimentó con imágenes fotográficas, grabados, recortes de prensa, dibujos ajenos y otras imágenes, creando excepcionales collages.

 

El fenómeno que significó la historieta de Rius también se multiplicó: provocó innumerables tesis universitarias y otros tantos ensayos académicos nacionales y extranjeros, así como el tratamiento de temas inéditos en la prensa como la homeopatía, el Cristo humano, la televisión, bancos, filatelia, seguro social o la ciencia en México. También se trocó en grandes reportajes, en lecciones sobre temas que se desconocían y otros que, antes sesgados, de la mano del historietista permitían cuestionar algún modelo establecido.

 

Los Agachados duró hasta que se agotó Rius. Y es que se trataba de un trabajo enorme, no sólo por la elaboración del dibujo, sino porque detrás había un guion que necesitaba nutrirse de una vasta bibliografía. Esto último, por cierto, siempre fue de gran ayuda para conocer el tema del que se hablaba en cada ejemplar. También fueron la base de muchas decenas de libros que Rius ha publicado, cuyo tiraje suma decenas de miles y que son motivo de otro artículo.

 

La obra de Rius es kilométrica: se calcula que ha realizado más de cincuenta mil dibujos, cerca de 130 libros (en diciembre de 2016 estaba en prensa una historia suya sobre Ram, Héctor Ramírez Bolaños, un genio de la caricatura) y una carrera que va desde 1954 hasta nuestros días; todo un maratón que permite vislumbrar la vida en México a través de la historieta y que nos obliga a conocer al creador de personajes icónicos que aparecieron en las revistas que durante años publicó. Con él también es posible adentrarse en la historia de la caricatura, para así comprender lo que es nuestro país a través de algo tan serio como el humor gráfico. 

 

 

Esta publicación sólo es un fragmento del artículo "Rius. La historia y el historietista" del autor Agustín Sánchez González, que se publicó íntegramente en Relatos e Historias en México, número 102.