Mercedes Sosa en Bellas Artes

Cantante
Jaime Bali Wuest

El 6 de marzo de 1972 en El Nacional apareció la crónica de la presentación de Mercedes Sosa, la famosa cantante argentina que subyugó con su voz y su estilo a los amantes de la música de la pampa en todo el mundo. A la sala de espectáculos del Palacio de Bellas Artes asistió el público para escuchar la voz de esa mujer excepcional acompañada de la guitarra inconfundible de Santiago Alberto Vértiz.

Eloísa Ruiz de Baqueiro, destacada etnomusicóloga de nuestro país, en su nota para el periódico citado nos dice emocionada:

Hay que haber nacido en el norte argentino, en el Tucumán de Mercedes Sosa o en la tierra de Atahualpa Yupanqui para compenetrarse en la inmensidad andina y transcribirla en cantos que hablan de combates y duelos de varonía, para cantar con ese acento único que tiene Mercedes, los cantos de amor y esperanza y todos esos asuntos del pueblo que grita por una vida mejor.

Acompañada por el bombo leguero, para que se escuche lejos, y la guitarra con el acento particular de Sudamérica, irrumpió Mercedes con su canto para deleitar a los amantes del arte sin importar cuántos la escuchaban en la sala; vendrían con el paso del tiempo las salas más grandes abarrotadas por nuevos admiradores cautivados por su voz y el encanto de su presencia.

Para saber lo que interpretó la noche de aquel jueves acudimos de nuevo a la ayuda de Eloísa Ruiz de Baqueiro, mujer de extraordinaria sensibilidad, elocuencia y verdadera amante de la música quien estuvo con ella ese día memorable en que Mercedes trajo su canto desde muy lejos:

El programa se desarrolló comenzando con la conocida Coplera del Viento que introdujo al público en el mundo nuevo de las tierras andinas; después el alegre Duerme negrito, donde Atahualpa ataca un estilo pleno de alegría y ritmo, para continuar con coplas y romances plenos de colorido y sabor como fueron Tres gracias a la vida, Canción del derrumbe indio, Canción para el niño en la calle, Plegaria del labrador, Alfonsina y el mar, Canción para mi América, Para cantarle a la gente, El cacha pecero, Tristeza, Al jardín de la República, Te recuerdo Amanda, Guarden la luna, Zamba para no morir, Canción de todos, y como encoreQuiero ser, Zamba de la victoria y Zamba de la derrama, pero aún el público hubiera querido oír a Mercedes y a Santiago cantar y tocar toda la noche.

Sirva esta remembranza como sencillo homenaje a la cantante fallecida en su natal Argentina el 4 de octubre de 2009.

 

“Mercedes Sosa en Bellas Artes” del autor Jaime Bali Wuest y se publicó íntegramente en la edición de Relatos e Historias en México, núm. 26.