Lecciones de historia patria

Justo Sierra y su innovación de los libros de texto
José T. Cázarez Mata

Las obras más leídas de don Justo no fueron sus piezas literarias o ensayos del pasado nacional, sino sus manuales escolares de historia patria, editados desde la década de 1880 hasta 1922 y con los que contribuyó a la formación de las generaciones de mexicanos que marcarían el rumbo del país.

 

 

En 1877, por intermediación del reconocido escritor Ignacio Manuel Altamirano, Justo Sierra fue designado profesor de Historia de la Escuela Nacional Preparatoria, labor que –según narró algunos años después– le resultó muy difícil por no haber textos para su enseñanza, aunque también lo motivó a emprender la labor de escribir un libro que, siguiendo a los autores clásicos, ofreciera información adecuada.

 

Eran los meses iniciales del primer gobierno presidencial de Porfirio Díaz y don Justo iniciaba la publicación por entregas de su Compendio de la historia de la Antigüedad, que terminaría en 1880. En ese tenor, once años después continuó su proyecto y dio a conocer su Compendio de historia general, que parte de la prehistoria y concluye con el imperio de Napoleón y un “Breviario de la historia del siglo XIX”. Ambas obras fueron empleadas como libros de texto en la Escuela Nacional Preparatoria. Además, escribió sus Elementos de historia general, obra premiada en 1885 por la municipalidad de México e incorporada en 1888 a la enseñanza primaria.

 

De historia de México, entre 1900 y 1902 coordinó la publicación de México: su evolución social, obra en dos tomos y tres volúmenes que también tuvo versiones en inglés y francés. Contó con textos de él y doce autores más, aunado a que resultó muy importante dentro de la historiografía nacional. Los dos ensayos de su autoría que se incluyen son una síntesis de la historia mexicana, de ahí que cobraron autonomía y décadas más tarde, en 1940, se publicaron bajo el título de Evolución política del pueblo mexicano. Su otra gran pieza de esos años fue Juárez: su obra y su tiempo, publicada en 1906 para conmemorar el centenario del natalicio de don Benito y rebatir la versión de Francisco Bulnes: El verdadero Juárez y la verdad sobre la intervención y el imperio, impresa en 1904.

 

Sin embargo, sus obras más leídas y de mayor influencia no son ninguna de las hasta aquí señaladas, sino sus manuales escolares: Catecismo de historia patria y Elementos de historia patria, frutos de sus ideas pedagógicas e influidas por los congresos nacionales de instrucción de aquella época, en los que fue un actor importante.

 

 

Esta publicación es un fragmento del artículo “Lecciones de historia patria” del autor José T. Cázarez Mata y se publicó íntegramente en la edición de Relatos e Historias en México, núm. 95.